
La inclinación de 45 grados de 𝐌𝐢𝐜𝐡𝐚𝐞𝐥 𝐉𝐚𝐜𝐤𝐬𝐨𝐧 en «Smooth Criminal» se logró gracias a un ingenioso sistema que combinaba zapatos especialmente diseñados con una excepcional fuerza física.
El cantante patentó unos zapatos con una ranura triangular en el talón que se enganchaba a una clavija metálica que emergía del suelo del escenario en el momento preciso. Esto le permitía inclinarse hacia adelante en un ángulo aparentemente imposible sin caerse.
Sin embargo, este truco no habría sido posible sin la increíble fuerza física de 𝐌𝐢𝐜𝐡𝐚𝐞𝐥 𝐉𝐚𝐜𝐤𝐬𝐨𝐧. La inclinación requería una gran fuerza en el core, fortalecido por años de entrenamiento y disciplina.
Esta combinación de ingeniería y habilidad física hizo que este movimiento fuera icónico y casi imposible de replicar, convirtiéndolo en uno de los momentos más memorables de la carrera de 𝐌𝐢𝐜𝐡𝐚𝐞𝐥 𝐉𝐚𝐜𝐤𝐬𝐨𝐧.