Antes de que Lost Acapulco desatara la ola de surf rock por su 30 aniversario, Matorralman preparó el terreno con un acto lleno de energía, elegancia y nostalgia sonora.
La banda, combinó sonidos electrónicos, instrumentales y visuales que nos transportaron directamente a los años 60 y 70, pero con un toque moderno y experimental que solo ellos saben crear.
Con temas como “Gritos locos ” y “chicas Kamizaze”, el público comenzó a moverse, marcando el inicio de una noche donde el baile y el estilo se apoderaron del Lunario.
Matorralman demostró por qué es una de las propuestas más originales del circuito instrumental mexicano.
Aquí te comparto las mejores fotos de su presentación, un viaje visual por esta fiesta retro.
