Hace 32 años se descubrió un fraude …
Tan pronto como se hicieron famosos llegaron los rumores sobre la autoría real de Milli Vanilli y esto se sumó el hecho de que Fab y Rob internamente estaban presionando a Frank Farian para grabar un nuevo álbum con sus propias voces, muy distintas a las del álbum de debut.
Farian lo rechazó de plano ya que hubiese supuesto la pérdida del control creativo y no les veía capaces de componer. Con la relación entre ambas partes completamente rota, el creador del proyecto decidió desvelar la verdad en una comparecencia ante la prensa en Nueva York.
El 12 de noviembre de 1990, Farian admitió públicamente que Morvan y Pilatus no eran los verdaderos cantantes de Milli Vanilli, sino que prestaban su imagen y hacían playback sobre canciones interpretadas por otras personas.
La reacción en Estados Unidos fue inmediata: además de la decepción de los fans y la repercusión internacional, la organización de los Grammy retiró a Milli Vanilli el galardón concedido en febrero a mejor artista nuevo.
Arista Records eliminó todo su catálogo, haciendo imposible conseguir nuevas copias, y en un primer momento trató de negar su implicación. Sin embargo, tanto Farian como los cantantes dejaron claro que la discográfica lo sabía antes de la firma del contrato. En la rueda de prensa donde devolvieron el Grammy, el dúo trató de culpar a su antiguo productor y Rob Pilatus pidió disculpas a toda la gente que pudo sentirse engañada.
La revelación de Farian supuso el final de Milli Vanilli y condenó a sus dos miembros al ostracismo. Si bien Fab Morvan no tuvo problemas en adaptarse a la nueva situación, Rob Pilatus sufrió con la pérdida de fama e incluso intentó suicidarse a finales de 1991. Arista Records tuvo que enfrentar hasta 27 procesos judiciales por presunto fraude a fans descontentos que querían el reembolso de sus entradas anticipadas y álbumes.
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