Sucede a veces que el final marca en realidad el inicio de algo mayor, pero ese tránsito implica la exploración de nuestra propia vulnerabilidad. Cuando esta fragilidad se expone en forma de canción, la naturaleza y honestidad compartida se convierten en belleza, tal y como lo hace John Cudlip, nombre del músico californiano que encarna su proyecto solista conocido como Launder.
Meses previos al arranque de 2018, Cudlip se reunió con otros de sus amigos músicos, entre quienes estaban Zachary Cole Smith de DIIV y la célebre Soko, para intercambiar ideas y pasar el tiempo en el estudio. El resultado cobró forma de un discreto aunque bello EP debut, bajo el nombre de Pink Cloud, el cual vio la luz en abril de este año.
Pink Cloud presenta cinco temas breves (menos de 20 minutos de duración en su totalidad), los cuales sumaban un honesto y melancólico compendio sonoro con ínfulas shoegaze y trazados post punk, en donde la guitarra evocativa y la canción son los dulces y sentidos protagonistas.
Como un artista que va aterrizando su voz como creador a paso discreto pero firme, Launder vuelve a la carga con un pequeño pero sustancioso 7´´ compuesto por dos temas, “Powder” y “Chew”, en donde podemos dar cuenta del rápido crecimiento de Cudlip como letrista e intérprete, a través de un refinamiento letrístico, más maduro y personal.
“Powder” cuenta de nueva cuenta con la participación de Zachary Cole Smith en la guitarra y la producción de Jackson Phillips de Day Wave. Se trata de una suerte de tributo a los amigos de la infancia de Cudlip que lucharon contra el abuso de sustancias.
Como un artista holgado, desenfadado y poseedor de una sencillez estilística, Cudlip ha declarado que no hay una ambición demasiado formal detrás de su debut como artista en la escena global independiente. «No estoy tratando de forzar nada demasiado. Mientras sea fiel a mí y lo que quiero hacer, estoy satisfecho. Estoy escribiendo canciones para mí y luego las estoy mostrando al mundo”, afirma.
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