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El exguitarrista y exbaterista de Sex Pistols, Steve Jones y Paul Cook, respectivamente, han presentado una demanda contra el antiguo líder de la agrupación Johnny Rotten (John Lydon).

El pleito legal se propició debido a que Johnny Rotten  no accedió a otorgar su consentimiento para que la música de Sex Pistols sea utilizada en la serie biográfica ‘Pistol’ en el programa de FX próximo a estrenarse.

Johnny Rotten alega que su música no puede ser utilizada en la producción de la serie sin su consentimiento, mientras que el abogado representante de Jones y Cook, Edmund Cullen, argumentó en una corte de Londres que el material puede ser utilizado por «reglas mayoritarias».

Parece que el caso seguirá activo y estaremos al pendiente para darles mas detalles, mientras sigan ¡llenando su cabeza de rock!

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El vocalista del mítico grupo punk ha contado en una entrevista cómo es su día día ocupándose de su mujer, Nora Forster, aquejada de alzhéimer.

Johnny y Nora ne una de sus últimas apariciones públicas juntos en 2017. FOTO: GETTY

«Nora tiene alzhéimer… Soy su cuidador a tiempo completo y no dejaré que nadie juegue con su cabeza». Con esta frase explicaba John Lydon –más conocido como Johnny Rotten cuando era el vocalista de los míticos Sex Pistols– al diario británico The Mirror su día a día junto a su esposa, Nora Forster, con la que lleva casado desde 1979. Una existencia consagrada a su cuidado desde que fuera diagnosticada con alzhéimer,episodio que el cantante hizo público en 2018; en las antípodas de aquellos años en los que clamaba «soy el Anticristo» o «soy la peor amenaza para los chicos después de Hitler».

Para mí, la persona real todavía está ahí. Esa persona que amo todavía está ahí cada minuto de cada día y esa es mi vida. Es una pena que se olvide de las cosas, pero bueno, ¿acaso no nos pasa a todos?», se preguntaba el cantante.«Supongo que es como vivir en una resaca permanente. Se pone cada vez peor, el cerebro almacena cada vez menos memoria y, de repente, algunas partes desaparecen por completo», añadió la leyenda del punk, de 64 años, que comparte su vida con Nora, de 78, desde hace más de tres décadas.

Según ha explicado, «jamás la llevaría a una residencia» y prefiere encargarse de su cuidado él mismo en lugar de pagar a un profesional porque «un poco de amor siempre ayuda». A pesar de la dura situación que atraviesa la pareja, que ha pasado el confinamiento en su casa de Venice (California), el cantante ha puesto de manifiesto que Nora nunca se ha olvidado de él. «Es bastante sorprendente. Incluso los supuestos expertos con los que hemos tenido que lidiar a un precio altísimo nos han dicho que están muy impresionados de que ella nunca se olvide de mí. [En su mente] seguimos siempre el uno con el otro y ese fragmento no ha desaparecido», dijo.

El matrimonio, que se dio el ‘sí, quiero’ en 1979, justo un año después de que los Sex Pistols abandonaran los escenarios, tiene a su cargo a sus tres nietos desde que la también cantante Ari Up, hija de Nora y líder del primer grupo femenino punk, The Slits, falleciera en 2010 tras sufrir un cáncer de pecho cuyo tratamiento supuso un alto coste para la pareja. En la entrevista, Rotten también se ha sincerado sobre la situación financiera que atraviesa, empeorada ahora a raíz de la crisis sanitaria. Su banda, Public Image Ltd, ha tenido que cancelar una gira que estaba planeada para este verano. «No ha habido ingresos, así que estoy jodidamente furioso. No importa cuán comunista creas que eres, nada de eso funciona sin un centavo en el banco».

Nora, heredera del diario alemán Der Tagesspiegel, confesó en la biografía de su marido, Rotten: No Irish, No Blacks, No Dogs, que cuando se conocieron no se sintió atraída por él en un primer momento. «Me enamoré de John porque me sorprendió. Tenía una mala reputación, pero en el fondo era muy dulce», explicó sobre los comienzos de su relación. Él, por su parte, ya expresó en 2014 en una entrevista con The Guardian el pavor que le producía la idea de perderla. «Si uno de nosotros se va antes que el otro, será como un asesinato para el sobreviviente. Ella es mayor que yo, pero las mujeres viven más, así que deberíamos morir exactamente al mismo tiempo. Eso sería perfecto»