Una de las mujeres más célebres y destacadas en la historia de la música, Kim Gordon, vuelve este Día Internacional de la Mujer con su segundo álbum como solista, después de su aclamado debut «No Home Record» en 2019.

Cantante, bajista, escritora, actriz, pintora, diseñadora y artista visual, Kim Gordon, de 70 años de edad, cuenta con un impresionante currículum que ha inspirado a generaciones de mujeres por décadas.

Desde graduarse del Otis College of Art and Design de Los Ángeles, trabajar en galerías de arte en SoHo, ser parte de bandas underground hasta consagrarse como la icónica bajista de una de las bandas más influyentes del siglo XX, Sonic Youth.

Como si no fuera suficiente, Gordon colaboró con Sofia Coppola y Chloë Sevigny para la marca de ropa X-Girl, salió de gira con Nirvana y Hole, apareció en la película sobre Kurt Cobain Last Days, así como en shows exitosos como Gossip Girl y Girls y en distintas películas.

Además, desde la separación de Sonic Youth en 2011, Gordon formó las bandas Body/Head y Glitterbust, se convirtió en la artista visual que siempre soñó y tuvo varias exhibiciones de arte, una de ellas en el Museo de Andy Warhol, escribió su memoir «Girl In a Band», y lanzó su primer proyecto en solitario en 2019, «No Home Record».

The Collective

Es así como llegamos al nuevo álbum de Gordon: «The Collective», a lanzarse este viernes 8 de marzo.

Compuesto por once canciones y producido por el productor de Sky Ferreira, Charli XCX y Drake, Justin Raisen, afirmó que «muchas carreras van cuesta abajo con la edad, pero también hay muchas que van hacia arriba«. Entre éstas citó a David Bowie, Nick Cave, Leonard Cohen, y, naturalmente, Kim Gordon.

“En este disco, quería expresar la locura absoluta que siento a mi alrededor en este momento”, ha explicado Gordon. “Este es un momento en el que nadie sabe realmente qué es la verdad, en el que los hechos no necesariamente influyen en las personas, en el que cada uno tiene su posición, lo que crea una sensación general de paranoia. Calmarse, soñar, evadirse con drogas, programas de televisión, compras, Internet, todo es fácil, fluido, cómodo y de marca. Me dieron ganas de alterar, de seguir algo desconocido, incluso de fracasar”.

«The Collective» abre con lo que suena a una alarma de auto y el magnético sonido de «BYE BYE», donde una lista de supermercado nunca había sido más interesante y abrasiva.

«BYE BYE» fue el primer single del álbum que a su vez salió del usual nicho de Gordon y llegó a hacerse viral en TikTok.

Originalmente creada para Playboy Carti, Raisen reconoció que la canción encajaría mejor con el estilo vanguardista de Gordon

«The Candy House» crea un experimental amalgama del hip hop con sintetizadores distorsionados y un título inspirado por la novela de Jennifer Egan «The Candy House«.

Metales sónicos dan apertura a «I Don’t Miss My Mind» que crean una cacofonía adictiva en una atmósfera digna de una película de David Lynch.

En «I’m A Man» Gordon ocupa un lugar hipotético como hombre al estilo de PJ Harvey en su tema de 1993 «Man-Size».

De acuerdo a Gordon, «I’m A Man» estuvo inspirado en personas como Josh Hawley.

“Decir cosas como feminismo ha destruido a los hombres y la masculinidad. Simplemente pensé que era muy divertido. Mi versión es que el capitalismo y el consumismo han destruido la masculinidad”.

«I’m A Man» fue el segundo single del álbum, cuyo vídeo fue dirigido por Alex Ross Perry y protagonizado por su hija Coco.

«Trophies» y «It’s Dark Inside» continúan con la ominosa atmósfera repleta del característico industrial del álbum.

El focus track de «The Collective» llega con «Psychedelic Orgasm», que tal como indica el título, es un tema psicodélico que sumerge al oyente en una vorágine fuera de este mundo.

Con un alucinante vídeo dirigido por Gordon y Vice Cooler lleno de confusos close ups que hacen de «Psychedelic Orgasm» una experiencia totalmente inmersiva.

El spoken word continúa en «Tree House» y «Shelf Warmer», mientras que los decibeles vuelven a subir en «The Believers».

Finalmente, el álbum culmina con «Dream Dollar», dando fin al brumoso caos pero siempre desafiante e innovador de «The Collective».

En «The Collective» , Gordon mezcla eficazmente las distorsiones y atmósferas del shoegaze con el vanguardismo del hip hop y el industrial, creando un material único y demostrando una vez más su extraordinario talento y valor al desafiar una vez más las normas musicales.

Cualquier tema de «The Collective» bien podría pertenecer al soundtrack de alguna película de Gregg Araki o David Lynch que en ningún momento deja de sorprender y maravillar.