Ramón Amezvcu proyecto en el que él y Pichardo comparten sus “influencias musicales ligadas a la música clásica de compositores contemporáneos György Ligeti, Béla Bartók y Luciano Berio”. Es mediante instrumentos analógicos y digitales,arreglos orquestales, improvisaciones y cálidas secuencias electrónicas que desplazan una carga de atmósferas y matices que producen un intenso viaje intenso sin regreso.

Esa extraña tradición, aquella de los seres humanos creando tecnología para amplificar sus capacidades. Y luego ya con la tecnología en mano, la intención de expandir el campo sonoro, mediante instrumentos para explorar al espacio exterior o llegar a lugares imaginados. En el caso de Anconada, una colaboración del productor de música electrónica Ramón Amezcua con el compositor de música clásica contemporánea Víctor Pichardo, la inspiración sucede mediante una profunda introspección que pretende desplazar la música de las esferas y llegar hasta el origen del conocido universo.
Para Ramón Amezcua, se trata de un proyecto en el que él y Pichardo comparten sus “influencias musicales ligadas a la música clásica de compositores contemporáneos György Ligeti, Béla Bartók y Luciano Berio”. Es mediante instrumentos analógicos y digitales,arreglos orquestales, improvisaciones y cálidas secuencias electrónicas que desplazan una carga de atmósferas y matices que producen un intenso viaje intenso sin regreso.
Para los que tienen la referencia, mucho de esta colaboración pareciera haber sucedido en el vacío del espacio, siendo la música un soundtrack alterno al filme “2001: A Space Odyssey” de Arthur C. Clarke y Stanley Kubrick. Y esta referencia es oportuna, ya que el suspenso y especulación sobre el desplazamiento de la humanidad mediante tecnología de Inteligencia Artificial, es meramente superfluo al escuchar esta música creada por dos seres humanos. Anconada deja en claro que la tecnología nunca estará por encima del espíritu creativo de la humanidad.
El EP Anconada cierra con el track titular, “un lugar imaginario cerca de nuestra ciudad de origen”, comenta Amezcua. Se trata, al parecer, de un lugar en donde la resonancia del mar y el sonido de los neumáticos marchan incansablemente mediante el maltratado asfalto urbano, el regreso a casa.
En síntesis, Anconada es una magna colaboración que retumba por la abstracción del espacio. Es el lado oscuro de la galaxia (incluyendo todas sus lunas), imaginada con matices y contrastes sonoros que apantallan, ensordecen y apabullan sentidos al dejar esta grabación correr y explotar en una brillante singularidad.

El laboratorio de experimentación musical Golden Hornet está a punto de presentar uno de los proyectos más ambiciosos de su historia: El álbum MXTX: A Cross-Border Exchange (2022), mismo que se estrenará en todas las plataformas de streaming el próximo 1 de Abril y que contiene colaboraciones cuidadosamente curadas entre artistas de ambos lados del Río Bravo/Grande.
Un álbum de colaboraciones que nos muestra lo importante que es la historia de compartimiento e intercambio cultural para ambas naciones. Música que tumba muros y que nos hace ver que somos más similares de lo que somos distintos. El objetivo de este proyecto es generar comunidad, trece tracks de distintos géneros que muestran que la belleza y el poder de la música supera cualquier división.
Hoy inicia la revelación de este proyecto que se empezó a trabajar en el 2016 con el sencillo ‘Mundo en Extinción’, un track de música experimental obra de una colaboración entre el aclamado productor tijuanense de música electrónica Ramón Amezcua (Bostich – Nortec Collective) y el vocalista Rubén Albarrán (Café Tacvba).
La canción deja ver los lados más vanguardistas de ambos creadores, reconocidos como un par de las mentes más innovadoras, aclamadas y reconocidas de la música mexicana de las últimas décadas, intercalando grooves psicodélicos con tensas cuerdas y una letra en la cual Albarrán describe, cual chamán, cuál es el futuro que le espera a la humanidad si no actúa de inmediato para cambiar su accionar.
“La voz de Rubén Albarrán, y todos los sonidos y atmósferas que se crearon electrónicamente junto con las partes orquestales y acústicas… Creo que los resultados fueron incluso mejores de lo que esperábamos» – Ramón Amezcua.
Entre los curadores del álbum se encuentran Graham Reynold, famoso por haber compuesto Bandas Sonoras en películas del cineasta Richard Linklater y por ser fundador de Golden Hornet.
Entre otros artistas que apoyaron en la selección de los actos que colaboraron en este álbum, se encuentran el fundador del colectivo Peligrosa, Orión García; el fundador de The Projecto, Coka Treviño; y el aclamado compositor y conductor mexicano Felipe Pérez Santiago.
Los resultados son un collage caleidoscópico que cambia de forma en cada composición. Escuchamos la fecundidad de una expresión plena de identidades fluidas que nunca están limitadas por fronteras, géneros, instrumentos o ámbitos musicales. Las composiciones superponen múltiples texturas de manera que iluminan y revelan diferentes bellezas en cada revisión y, mientras tanto, el oyente es transportado en un viaje a través de un territorio sonoro cuyo sello distintivo es la inclusión en lugar de la exclusión.
Como dice Reynolds sobre el proyecto MXTX, refleja «… dos comunidades que se vuelven una al hacer una declaración artística juntas».
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