Una vez más, como ya va siendo costumbre, Sala Estelar volvió a lucirse, pero ahora con una de esas bandas que merecen atención, respeto y admiración: No Te Va Gustar.
Con más de 25 de carrera, los uruguayos, que cada vez se van haciendo más importantes en la escena del rock latinoamericano, dieron cátedra y muestras de la calidad que los ha acompañado en todo este tiempo.
Ayer por la noche, a través de Sala Estelar, No Te Va Gustar ofreció un recital muy especial, cálido, como una caricia sonora, donde hicieron eco varias de sus grandes canciones, tan necesarias en estos días.
Miembros de una generación de bandas como La Vela Puerca, Once Tiros, Guasones, La Beriso, entre muchísimas más, No Te Va Gustar es, hoy en día, uno de los grupos más importantes del rock latinoamericano, dueños de una prosa envidiable y muy distinta a lo que suena constantemente en la radio.
Si tuvieron la oportunidad de escuchar su más reciente álbum, Otras Canciones en Vivo en Latinoamérica, lanzado este 2020, la propuesta de ayer en Sala Estelar no está muy alejada de lo presentado en dicho material.
Minutos después de las ocho de la noche, Sala Estelar se vistió de gala para dar inicio a una sesión muy intimista de No Te Va Gustar, un concierto que pudo ser épico en circunstancias «normales», con el público «cantando a pesar de las llamas, gritando con todas las ganas», como bien lo dicen en «Tan Lejos».
Y sí, estábamos lejos, mucho, unos de otros; no hubo contacto alguno, salvo el estar conectados a la hora estipulada, alineados con la banda que ofreció un repertorio importante, de mucha fuerza y armonía.
Fue, de hecho, con «Tan Lejos» que el recital comenzó a sentirse como si se tratara de un acompañante especial, alguien que, pese a los malos tiempos, esta ahí, dedicándonos sus mejores palabras. Como un buen amigo
.
«Verte Sonreír» fue uno de esos momentos cálidos de la noche, una noche que, afuera, libraba una batalla entre el frío y la lluvia. ¿Quién ganó?, no lo sé, lo olvidé por completo; olvidé, por un momento, el paso del tiempo a causa, sí, de No Te Va Gustar.
Una a una, fueron apareciendo «De Nada Sirve», «Me Ilumina Hoy», «Memorias del Olvido», «Los Villanos», entre otras más, que dejaron un buen sabor de boca en poco más de una hora que duró la sesión.
Andrés Calamaro, en una de sus canciones, dice que «todo lo que termina, termina mal», pero acá no fue así. Acabó bien, dejando una huella imborrable, en medio de un panorama donde necesitamos música para acariciarnos.
Eso y más fue lo que logró No Te Va Gustar.
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