Desde 2019 que el ex The Beatles estaba en medio de una disputa legal contra una empresa productora de juguetes sexuales que vendía un producto con un nombre «bastante» similar, por no decir idéntico, al del baterista de 80 años.

Los abogados del músico argumentaban que la marca Ring O era «idéntica en apariencia, sonido, connotación y pronunciación» de su nombre artístico.

«Los consumidores probablemente creerán que la empresa más nueva de Starr son ​​los juguetes sexuales, y esta es una asociación que Opposer no quiere», decían los documentos legales presentados en ese entonces.

La conexión, según ellos, empañaría su «nombre, semejanza y marca». Sin embargo, las firmas Pacific Holdings y Momentum Management llegaron a un acuerdo de «evitar cualquier actividad que pueda generar confusión» entre su producto y Starr.

Los nuevos términos establecen que las firmas solo pueden usar el nombre para juguetes y aerosoles sexualespara adultos, y debe haber un espacio entre el Ring y O.

Por último, la firma a cargo de Ring O prometió no «degradar, empañar, menospreciar o menospreciar» y evitar cualquier insinuación al ex The Beatles al promocionar su producto.