
En “La Punta”, el dueto mexicano BUDAYA y el productor colombiano cero39 han creado más que una canción: un paisaje sonoro donde el mar se parte en dos y las almas se buscan en la bruma. Es una composición que recuerda aquella idea camusiana de que el hombre anhela un orden en un universo indiferente; aquí, el orden es el ritmo, la guitarra hipnótica, el mantra que se repite como un oleaje constante.
La canción nació en Punta Cometa, Oaxaca, donde el océano se divide y vuelve a unirse, como esos amores que se alejan para encontrarse de nuevo en otro tiempo, en otra forma. La voz aterciopelada, con dejos de bolero, navega entre fisuras y mareas, guiándonos por un viaje que es tanto geográfico como interior. No hay destino fijo, solo el movimiento y la contemplación.
“La Punta” es, en esencia, un poema electrónico. Invita a perderse en la inmensidad, a aceptar que a veces hay que separarse para volver a ser. Como en la obra de Camus, donde el mar es testigo de la rebelión humana frente al silencio del mundo, esta pieza es un acto de fe en las fuerzas invisibles que nos unen. Un recordatorio de que, en el ruido del mundo, aún es posible escuchar el latido de otra alma.