Mañana, 19 de junio, dará inicio la nueva modalidad de conciertos al aire libre en la Ciudad de México, con Los Ángeles Azules presentándose en la Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez.
Eso, como dijimos, ocurrirá a partir de mañana. Sin embargo, ayer se revivió una noche más de Autoconciertos con Caifanes adueñándose del escenario, concierto que, además, se transmitió en streaming.
Semanas atrás, Caifanes, una vez más, pisó la Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez para hacer un repaso por su larga y exitosa trayectoria, aunque con algunos detalles que llamaron la atención de quien escribe esta reseña.
Poco después de las 20:30 horas, Saúl Hernández y compañía iniciaron su tradicional ritual con «Los Dioses Ocultos», tema emblemático en la historia de Caifanes, convocando al clamor de sus fans.
Si bien los conciertos en streaming funcionan bien -el público ha comenzado a aceptarlos-, lo cierto es que resulta muy necesario el ritual en vivo; compartir con propios extraños, cantar y gritar a más no poder.
¿Cuándo volverán los conciertos en su modalidad original? Falta, y falta mucho, para ello. Por lo pronto, ayer, los Caifanes lograron conectar con sus feligreses, tanto los que estuvieron ahí como quienes los vieron desde sus hogares.
Sonaron, por supuesto, clásicos como «Mátenme Porque Me Mueron», «La Negra Tomasa», «Piedra», «Afuera», «Aviéntame» y muchos más, todos ellos himnos del rock mexicano.
Por otro lado, Caifanes, ya sin Sabo Romo en las cuerdas del bajo, se dio tiempo para interpretar algunos temas de su faceta Jaguares, como «Fin» y «Dime Jaguar», que conectaron bien, ambas, con los asistentes.
Sabe amargo -hay que decirlo- ver a Caifanes sin Sabo, uno de sus integrantes más icónicos. No han dejado -ni dejarán de serlo- una de las bandas más grandes del rock mexicano y su música, sin importar cuándo, siempre será necesaria.
