Brad que desde hace cuatro años batalla legalmente con Angelina Jolie por la custodia de sus hijos, ha sido fotografiado en silla de ruedas y en un deteriorado estado.
El miércoles, Brad Pitt fue fotografiado saliendo de una cita médica, en concreto del dentista. Lo que para casi cualquier habría supuesto un poco de medicación y salir de la clínica con la mano sujetando la mandíbula, se convirtió en algo más para el actor. Salió del centro clínico, situado en Beverly Hills, en Los Ángeles, en una silla de ruedas. (alprazolam)
Empujado por un guardaespaldas y visiblemente delgado y encorvado, Pitt quería pasar desapercibido. Además de la obligatoria mascarilla, llevaba gafas de sol y, sobre la cabeza, la capucha de su chaqueta. Primero fue llevado hasta la puerta por personal de la clínica y allí fue uno de sus guardaespaldas quien se hizo cargo de empujar la silla. De hecho, el asistente de Pitt intentó taparlo con una chaqueta para evitar que fuera fotografiado, pero no lo logró.
A este bache físico de Pitt se le unen las dificultades que atraviesa su situación legal con Angelina Jolie, con quien lleva tres años y medio inmerso en un divorcio que no termina de aclararse y que está considerado uno de los más caros de la historia del espectáculo.
La pareja pasó junta algo más de una década de sus vidas, pero en septiembre de 2016, tras dos años casados, solicitaron el divorcio. Una separación que está tardando años en concretarse, sobre todo por la decisión acerca la custodia y el régimen de visitas de los seis hijos del matrimonio, que Pitt quiere tener en custodia compartida, a lo que se opone Jolie.
El pasado mes de marzo, Jolie acusó a Pitt de “abuso” en el caso que trata de dirimir la custodia de los chicos. Pitt jamás fue denunciado ni arrestado, ni hubo denuncias durante el matrimonio, pero el 12 de marzo Jolie presentó documentos judiciales en los que se afirmaba que tanto ella como sus hijos estaban dispuestos a ofrecer testimonios y pruebas de sus acusaciones contra el actor.
Una fuente cercana a Pitt afirmó en medios estadounidenses que estaba “desconsolado”:
“Él ha asumido la responsabilidad de sus acciones y sus problemas pasados: ha dejado de beber. El matrimonio fue muy apasionado, tóxico a veces y como todas las parejas, tuvieron peleas, pero también compartieron muchos buenos momentos juntos”.
Pitt contó en una entrevista con el diario The New York Times que su matrimonio se vio condicionado en sus últimos momentos por su adicción al alcohol, y que durante año y medio él acudió a Alcohólicos Anónimos.
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