
Fito Páez se presentó en el Zócalo el 18 de enero de 2025, y la velada fue un verdadero festín musical. La noche comenzó con la energía vibrante de Los Juguetes Rabiosos, quienes regresaron a los escenarios con una fuerza renovada, interpretando algunos de sus grandes éxitos, entre los cuales destacó «Tu amor mata», que fue la tercera canción de su set. Entre sus músicos se encontraba Miguel Ángel Ortiz, el talentoso guitarrista de Los Daniels, cuyo aporte elevó aún más el ánimo del público. La audiencia los recibió con ovaciones y aplausos entusiastas, creando desde el principio un ambiente de celebración y emoción que presagiaba una noche inolvidable.
Tras un breve interludio, el escenario se iluminó para dar la bienvenida a Rey Pila, quien emocionó a todos con su repertorio que incluye temas como «No Longer Fun», «Fantasma» y «No me arrastres». La multitud, ansiosa por la llegada de Fito Páez, vibraba al ritmo de cada nota.
Finalmente, llegó el momento esperado. Fito abrió su concierto con «El amor después del amor», que deslumbró a los presentes con impactantes visuales y una alineación de talentosos músicos. Después de esta poderosa introducción, Fito apareció en el escenario, desbordando carisma y energía. En un momento especial, presentó a su corista, quien sumó su voz a la mágica atmósfera.
El repertorio continuó con clásicos que hicieron vibrar el Zócalo: «Dos días en la vida», «Tráfico por Katmandú», «11 y 6», «Yo vengo a ofrecer mi corazón», «Cadáver exquisito», «Un vestido y un amor», «Tumbas de la gloria», «Naturaleza sangre», «Al lado del camino», «Circo Beat» y «Brillante sobre el mic». A medida que avanzaba el concierto, Fito compartía su gratitud y felicidad por estar en México, rodeado de tantas almas apasionadas por la música.
La energía alcanzó su punto máximo con «Ciudad de pobres corazones», «A rodar mi vida», «Dar es dar» y «Mariposa Tecknicolor», en la que sorprendió a todos lanzando papelitos de colores hacia el público, creando un ambiente festivo y lleno de alegría.
Para culminar la noche, Fito agradeció a todos los presentes y los invitó a su próxima presentación en el Auditorio Nacional. Con una sonrisa radiante, se despidió con su emblemática «Dale alegría a mi corazón», dejando a todos con el deseo de más. Fue una noche inolvidable que resonará en el corazón de los asistentes por mucho tiempo.