
Cuando pensamos en grandes artistas de la música, solemos imaginar vidas llenas de escenarios, giras y estudios de
grabación. Pero la realidad es que, como cualquiera de nosotros, también necesitan desconectar. Y a veces, lo hacen de formas que sorprenden.
Desde pasatiempos que rozan lo científico hasta aficiones ligadas al azar, hay mucho más detrás del telón de lo que
podríamos imaginar. Hoy te compartimos algunas historias curiosas que quizá no conocías. Lady Gaga y su verdadera “poker face”
Aunque Poker Face se convirtió en uno de sus mayores éxitos, lo cierto es que la canción tiene más de autobiográfica de lo que parece.
Lady Gaga no solo canta sobre cartas: le gusta jugar.
Ha sido vista en varias ocasiones en mesas de póker y blackjack, tanto en Las Vegas como en Atlantic City, disfrutando del ambiente y del juego.
No es una jugadora compulsiva ni busca llamar la atención por ello, pero sí ha contado en entrevistas que le gusta la
estrategia, la adrenalina y el ambiente de los casinos. De hecho, ha reconocido que, en sus inicios, perdió algo de dinero jugando, aunque para ella la experiencia valía más que el resultado.
Su rostro imperturbable al jugar le sirvió de inspiración para construir parte de su personaje artístico. Y aunque no es
un tema del que hable con frecuencia, está claro que el mundo del juego forma parte de su historia personal. Si te
interesa este universo, puedes echar un vistazo a más información sobre casinos online en Chile, donde encontrarás
comparativas y análisis útiles para jugar con responsabilidad.
Rod Stewart y su mundo en miniatura
Rod Stewart es mundialmente conocido por su voz inconfundible, pero pocos saben que también es un apasionado del modelismo ferroviario. Su colección no es un simple hobby: ha dedicado más de dos décadas a construir una maqueta de trenes que ocupa una sala entera en su casa de Beverly Hills.
La maqueta recrea una versión idealizada del Nueva York y Chicago de los años 40, con rascacielos, estaciones, puentes y todo tipo de detalles en miniatura. Muchas de las piezas las construye él mismo, con paciencia casi artesanal, dedicando semanas o incluso meses a una sola estructura.
Durante sus giras, se llevaba piezas para seguir construyendo en los camerinos. Para él, este hobby es una forma de
desconectar del ruido del espectáculo y conectar con una parte más tranquila y creativa de sí mismo.
Alice Cooper y su obsesión por el golf
Quienes han visto a Alice Cooper sobre el escenario, con su maquillaje oscuro y su puesta en escena teatral, difícilmente imaginarían que su gran pasión fuera el golf. Sin embargo, lo es. Y no de forma superficial: lo juega a diario, con un nivel más que respetable, y lo considera parte esencial de su bienestar.
Él mismo ha contado que cambiar el alcohol por el golf fue clave para mantenerse sobrio. Lo que empezó como una
forma de ocupar su tiempo libre, se convirtió en una rutina diaria y en una especie de terapia personal.
Incluso ha escrito un libro al respecto, “Alice Cooper, Golf Monster”, donde habla de cómo este deporte lo ayudó a
reencontrarse consigo mismo. Lejos del caos del rock, encontró en el green un espacio para respirar.
Lo que hay detrás del escenario
Estas historias nos muestran que, detrás de la fama, hay personas con intereses tan variados como los nuestros.
Algunos buscan adrenalina, otros precisión o silencio. Pero todos, en el fondo, encuentran en sus aficiones una forma de equilibrio. Y quizá eso también explique parte de su genialidad: la capacidad de mirar el mundo desde ángulos
inesperados.