En un mundo que insiste en clasificar, Liniker canta para desbordar los límites. Su triunfo en los Latin GRAMMY no es sólo un reconocimiento a su arte, sino un gesto de resistencia. La artista brasileña, negra y trans, convierte cada actuación en un acto político y poético, donde la voz no es sólo sonido, sino presencia.
Su álbum «CAJU» es un fruto maduro de sueños y luchas, una obra que entrelaza samba, jazz y soul con la naturalidad de quien respira música. Grabado en cinta analógica, el disco preserva ese susurro orgánico que recuerda que lo humano late detrás de cada nota.
Liniker no viene a pedir permiso; viene a compartir su verdad. Y en ese compartir, abre puertas, derriba muros y siembra esperanza. Su música es un territorio libre donde la identidad se celebra en vez de esconderse.
