
En el frágil umbral donde la nostalgia se convierte en sonido, Lolito Sinclair estrena “te kiero 4ever”, un tema que es más que una canción: es un rito de paso. Como en aquellos versos de Camus donde el hombre se enfrenta al absurdo de la existencia, aquí el joven artista chileno se sumerge en la dolorosa lucidez de una amistad que se agota. El pop alternativo y el drum & bass se entrelazan como dos corrientes de un mismo río, una que fluye hacia el recuerdo y otra hacia el olvido.
La letra es un diálogo íntimo con lo que pudo ser y ya no es. “Se la escribí a un amigo con el que ya no conectábamos”, confiesa Lolito, y en esa confesión hay un eco de la condición humana: estamos condenados a cambiar, a soltar, a transformarnos. La portada, con su tijera de podar, es una metáfora visual desgarradora: cortar lo que ya no florece para permitir que algo nuevo respire. Es un acto de amor y de violencia, como todo adiós.
En este sencillo, la música se convierte en un territorio de duelo y de belleza. No es solo una ruptura, sino un rescate de lo que alguna vez fue luminoso. Como en un poema, lo que importa no es el final, sino la huella que deja el viaje. Lolito Sinclair no canta para lamentarse, sino para celebrar el coraje de seguir caminando, incluso cuando el paisaje ya no es el mismo