La Arena Ciudad de México se convirtió en el epicentro de la emoción y la rudeza pura la noche de ayer, al ser el escenario de la despedida definitiva de Fuerza Guerrera, el legendario «Mosco de la Merced». A sus 72 años y con 51 de carrera, el ídolo se colgó un último triunfo, fiel a su estilo indomable, sobre Blue Demon Jr., para cerrar un ciclo que le trajo «tantas alegrías».
El ambiente estaba cargado de nostalgia y adrenalina, pero la leyenda dejó claro que el retiro no es un final, sino una victoria.
«Quiero darles las gracias a todos los que asistieron. Espero que entiendan que tengo 72 años… me cuesta mucho trabajo hacer lo que hago, pero créanme que lo hago con mucho gusto porque la lucha es mi pasión”, compartió el ídolo de La Merced, conmoviendo al público.
Lucha Estelar: Rudeza Clásica y Sangre ¡Hasta el Final!
El retiro no podía ser discreto. El Mosco se alió con El Hijo del Solitario y DMT Azul para enfrentar a Blue Demon Jr., Silver King Jr. y Tinieblas Jr. (acompañado de Aluche). Fue una auténtica clase magistral de lucha de antaño: máscaras rotas, sangre y el uso descarado de sillas para castigar a los rivales.
Fuerza Guerrera demostró que el corazón sigue siendo «marrullero«, amarrando al Hijo del Demonio Azul a las cuerdas y sellando la victoria de su equipo con una movida icónica y polémica sobre Blue Demon Jr.: ¡un golpe bajo seguido de una plancha para el conteo de tres! Un adiós a la altura de su leyenda.
MÁS EMOCIÓN: Dinastías y Legados en la Arena
La noche vibró con combates que honraron el legado del Mosco y demostraron que el futuro de la lucha libre está asegurado:
¡Guerra de Titanes! En la semifinal, la Dinastía Muñoz (Rush, Dralístico y La Bestia del Ring) se impuso a la Familia Real (L.A. Park y sus hijos). Fue una batalla extrema con sillas, tablas y lámparas que subió de tono hasta que una intervención de Fuerza Guerrera ayudó a sellar el triunfo de los Muñoz. La rivalidad entre L.A. Park y el Mosco de la Merced se revivió brevemente, calentando la atmósfera post-combate.
¡Orgullo Familiar en lo Alto!
El legado de Fuerza Guerrera brilló con luz propia. Hija de Fuerza Guerrera y Forneo se coronaron campeones de la Copa Dinastías tras vencer en una lucha aérea y vertiginosa a Brazo Cibernético y Ayako Hamada, asegurando que el apellido Guerrera seguirá siendo sinónimo de triunfo.
El trámite no fue sencillo, ya que antes de levantar el trofeo tuvieron que dar cuenta de Lolita e Hijo de Pirata Morgan.
Vuelos y Destructores
Lucha de poder a poder, Fresero Jr. y Demonio Infernal dieron una probadita de su lucha extrema para dominar a los Capos: Jefe del Norte y Sureño, Pig Destroyer y Pig Destructor “La Puerquiza Extrema”.
Con su gran tonelaje, fueron de los más ovacionados, pero eso no les fue suficiente como para lograr el triunfo.
¡Bendito Vuela Alto! En un emocionante duelo de tres esquinas, Bendito se robó los aplausos del respetable. Con una máscara inspirada en los colores de Fuerza Guerrera, sus espectaculares vuelos fueron clave para imponerse a Toxín y Látigo, dejando fuera de combate a Toxín con una plancha desde el esquinero.
La Astucia Vence al Aire: La experiencia ruda se impuso cuando Torito Negro y Sol utilizaron sus «marrullerías» para dominar el estilo aéreo de Visionario y Dragón Kid en el segundo choque de la tarde.
La lona se calentó con la victoria de Taquicardia, Enfermero del Mal y Payaso Pura Santa Jr., quienes se impusieron a la legión extranjera conformada por: Taxista, Aaron Rammy y Jefe Camoa, en el primer encuentro a una caída.
Sorpresa de la Noche, vocalista original de ACDC:
En el show músical y como sorpresa de la noche para todos, llegó al escenario el vocalista original de la legendaria banda ACDC, Dave Evans en compañía del guitarrista del grupo español La Unión, Rex Carabelo que interpretaron dos éxitos en apoyo y honor para el Mosco de La Merced.
El Telón Cae… ¡La Leyenda Vive!
Con esta función estelar, Fuerza Guerrera se despide de los encordados como uno de los rudos más carismáticos y trascendentes de la historia. Su marrullería, su pasión y su máscara quedarán grabadas en la memoria de la afición. ¡Gracias, Mosco de la Merced, ¡por medio siglo de lucha libre! Y ahora su legado continuará en la familia.
