
Desde los años ochenta, el gallego Evaristo Páramos es una de las voces más representativas del punk en español y habla hispana. Por eso, cada que su nombre aparece en algún cartel, es bien sabido que una serie de acontecimientos peculiares sucederán; y ayudarán a recordar por qué el punk es más que un género musical.
En la ocasión del 20 de junio, la Arena CDMX fue el escenario donde personas que llevan a bandera punk se congregaron para recordar algunos de sus motivaciones del día a día.
El Punk es una forma de ser libre
Si alguien iba por vez primera a los alrededores de la Arena CDMX era imposible que se perdiera. No por los dos señalamientos que hay, sino por el camino de latas de cervezas y caguamas que terminaba a las afueras del lugar. Las personas calentaron motores de una forma amigable y sin hacerle daño a nadie. A pesar de ello, la autoridad nunca se confió y miraron el contexto con una mirada amenazadora que no asustaba a nadie.
Entre esas conversaciones punks, se hablaba sobre el posible setlist del concierto, si iba a mencionar algo sobre Medio Oriente, si La Polla Records o Gatillazo eran mejores bandas de Evaristo, un posible portazo… Al final, todas las charlas iban al mismo puerto: disfrutar de una noche de viernes en la que cantarían junto a su ídolo de la juventud.
El Punk es un acto de resistencia
Como era de esperarse, una gran cantidad de policías resguardaban la Arena CDMX. En la fachada de la misma, ofrecían por vez primera (al menos que yo viera) trabajo como guardia de seguridad y mesero en la Arena; y como seguridad en el Elektra del mismo. De esta forma, alimentando el estereotipo de que las personas que escuchan punk son holgazanes.
Adentro del lugar, las personas rechiflaron a Evaristo por no salir de forma puntual. Al mismo tiempo, gente con algunas copas de más comenzaron a incomodar y a buscar pleito con sus símiles que compraron su boleto. Toda esa tempestad se calmó cuando las luces se apagaron y apareció una de las voces de autoridad del Punk en español.
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El Punk es una forma catártica de sacar el coraje
Con «Nuestra Alegre Juventud», Evaristo anunció su arribo al escenario. Esto logró potenciar las emociones del público, que comenzaron a mover la cabeza de arriba-abajo intensamente y hacer moshpits de corta duración, ya sea por la edad o por lo intensos que eran los empujones.
Pese a los obstáculos que se pueden llegar a pensar que impone la edad, cada bloque de canciones eran de cinco a siete sin interrupciones. Entre cada uno, Evaristo trató de hablar lo menos posible para continuar con la música, ya que él mismo conoce a la perfección a su público.
El Punk es más que un estilo de vida
«He disfrutado mucho estos días que estoy de extranjero en su país», mencionó Evaristo para expresar el afecto que le tiene al público mexicano. Conforme avanzaron las canciones, la cara de Evaristo cambiaba a conmovido por ver lo que ha causado desde el siglo pasado.
En la recta final del concierto, Evaristo estuvo al borde de las lágrimas al escuchar como toda la Arena CDMX cantaba «Ellos Dicen Mierda». Así, dejándole en claro que él y su trayectoria es una de las más interesantes y especiales de la música en España.
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