Así arrancamos noviembre en la Ciudad de México, ¡con los beats inconfundibles de Fatboy Slim! Este legendario DJ británico llegó al Pepsi Center WTC para celebrar el Día de Muertos a la mexicana. Y vaya que lo hizo en grande: con una camisa llena de coloridas calaveras, se unió al espíritu de la noche, sumando un toque especial a su ya electrizante presencia. Todo estaba listo para una fiesta sin igual, y él no nos decepcionó.
Desde el primer momento en que DJ Diablo, Catana y Ayybo empezaron a calentar la pista, el ambiente ya apuntaba a una noche inolvidable. El lugar se transformó en un escenario lleno de pantallas y luces, dos esferas de discoteca que giraban sobre nuestras cabezas, mientras el techo proyectaba imágenes y un juego de luces que sólo aumentaba la emoción de cada ritmo. Cuando Fatboy Slim finalmente apareció, el público se quedó: la energía era pura, casi palpable.
A lo largo de su carrera, este artista ha demostrado su ingenio al fusionar géneros y evolucionar su estilo. Desde los días en que era bajista de The Housemartins hasta reinventarse en los 90 con temas como “Praise You” y “Rockafeller Skank”, Slim se ha convertido en uno de los pilares de la escena electrónica mundial. Y esa noche, cada uno de esos éxitos hizo vibrar el lugar, celebrando no solo su música, sino también el espíritu de una de nuestras festividades más queridas.
La magia no paró ahí. En las pantallas, su característico humor ácido cobró vida a través de personajes animados gracias a una inteligencia artificial: desde Mick Jagger y Freddie Mercury hasta Michael Jackson y los Chemical Brothers, todos bailaban y cantaban al ritmo de sus mezclas. Fue una fiesta para recordar, un show tan visual como auditivo, que dejó a los fans con ganas de más.
Sin duda, una experiencia que, si eres amante de la música electrónica, ¡tienes que vivir alguna vez! Fatboy Slim nos recordó que la música es el idioma universal, y nosotros, felices, nos dejamos llevar por cada beat, cada visual y cada momento épico de esta noche legendaria.