
Este sábado 15 de febrero, los amantes del rock y la cultura mexicana se dieron cita para presenciar un espectáculo inolvidables. La combinación de música, danza, tradiciones y efectos visuales fue un evento que retumbó en cada rincón de la Ciudad de México.
La noche comenzó con los danzantes de Ǫuetzalcoatl se encargaron de mantener vivo el espíritu ancestral, mientras la banda entonaba icónicos temas como «Ya no le metas», «Maldito ritmo», y «Nocivo para la salud». La energía de la multitud se desbordaba con cada acorde, especialmente cuando Lora gritó el ya emblemático ¡Viva México cabrones!
En un momento memorable, el Himno Nacional Mexicano resonó, y el público respondió con vítores de «¡Viva México!» al ritmo del El TRI. Los chispeantes efectos especiales comenzaron justo cuando la banda arrancó con clásicos del rock mexicano, como «Celular», «Perro Negro» y «Todo por el Rocanrol».
El segundo bloque del evento fue un tributo a las raíces del blues y el rock. Con canciones como «Yo canto el blues» y «Maria Sabina», El TRI rindió homenaje a los grandes del género como Santa Sabian y Javier Bátiz. No faltaron las letras críticas y contestatarias, como «Por qué no te mueres Trump» y «Abuso de autoridad», que hicieron vibrar al público con su mensaje irreverente.
El tercer bloque dio un giro inesperado cuando la banda introdujo al mariachi, elevando la celebración mexicana con un popurrí ranchero que incluyó el clásico «El Rey». Alex Lora sorprendió a todo el Estadio GNP, regresando al escenario desde un elevador mientras sonaban acordes rancheros, mezclando su estilo irreverente con lo mejor de la música tradicional mexicana. La explosión final del tema «San Juanico», acompañada de efectos de fuego y niebla, fue el broche de oro de una noche épica.
El último bloque cerró con todo el poder de El TRI. Temas como «Mujer diabólica», «Besame» y «Todo me sale mal».
La aparición de la Sra. Lora, icónica figura en la carrera de Alex Lora, marcó uno de los momentos más emotivos de la noche, cuando juntos entonaron la nostálgica «Triste canción».
El evento terminó en lo más alto, con explosiones de fuego y la banda entregando todo su corazón al público, reafirmando una vez más que el rock mexicano, y especialmente El TRI, siguen siendo los dueños absolutos del escenario.
¡Viva el rocanrol, viva México, y viva El TRI!