
Querían grabar todos mis movimientos en una librería digital”
Según reveló el propio Li en una entrevista, las condiciones contractuales propuestas por Warner —que recuerdan a lo visto en la distópica ‘El congreso’ de Ari Folman— echaron atrás al actor y artista marcial.
«Para mí fue un conflicto comercial. Me di cuenta de que los americanos querían que rodase durante tres meses, pero que estuviese con el equipo durante nueve. Y durante seis meses, querían grabar y copiar todos mis movimientos en una librería digital. Una vez hubiese acabado la grabación, los derechos de esos movimientos hubiesen sido suyos».
En última instancia, Jet Li decidió dejar pasar la oportunidad —que terminaría aprovechando el taiwanés Collin Chou— ante la simple idea de que una compañía fuese dueña de sus movimientos como si de cualquier I.P. se tratase.
«Pensé: ‘He estado entrenando durante toda mi vida. Los artistas marciales sólo podemos envejecer y, aún así, hubiesen poseído [mis movimientos] como una propiedad intelectual para siempre. Así que dije que no podía hacerlo».
No cabe duda de que la saga ‘Matrix’ fue —y sigue siendo— rompedora por muchas cosas, y esto incluye los modelos de producción que rozan lo antiutópico.