La NBA envió un comunicado a sus 30 franquicias con una serie de recomendaciones para que los jugadores eviten contagiarse el COVID-19, la circular fue emitida desde la oficina del comisionado Adam Silver a todos los equipos de la liga con el objetivo de continuar el desarrollo de la temporada regular sin que ningún integrante, sobre todos los jugadores, sufran contagios.
La NBA insiste que la salud de los jugadores, todo el personal de la liga y los aficionados es el objetivo primordial de su labor y política de protección, por lo que el seguimiento de la evolución de la situación es permanente y estricto.
La NBA ha aconsejado a los jugadores que eviten choquen de manos con los aficionados, que lo hagan con el puño en lugar de la palma de la mano. Además, les recomiendan no tomar objetos como bolígrafos, pelotas o camisetas de parte de los seguidores.
Adam Silver, en su memorando, indica a todos los equipos para que tengan en cuenta también la posibilidad de que los entrenamientos y eventos fuera de Estados Unidos sean limitados o incluso cancelados, debido a la posible escalada del brote de coronavirus.
Debido a ello, el inicio de la temporada 2020-21 que inicialmente está previsto que se lleve a cabo en Japón podría estar en peligro y más después de que la fase de clasificación olímpica del béisbol ha sido ya pospuesta.
Por otra parte, aunque no hay preocupación por el desarrollo normal de la temporada regular, si habrá tratamiento especial para distintos eventos satélite como entrenamientos pre-Draft y los scouting internacionales, que podrían sufrir limitaciones o incluso ser cancelados según la evolución del brote.
La NBA y el sindicato de jugadores (NBPA) se han asesorado con los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) y varios expertos en enfermedades infecciosas, incluido un destacado investigador de la Universidad de Columbia en Nueva York, para emitir estas recomendaciones.
Si bien el número de personas infectadas aumenta en Estados Unidos, el brote no ha afectado a los equipos de la NBA, que tiene un riesgo mayor al de ciudadanos comunes por sus viajes casi diarios de ciudad en ciudad, e incluso de costa a costa para disputar los partidos de la temporada regular.