
El Palomazo 2025 “Música en solidaridad”, organizado por ACNUR, reunió anoche a artistas y público en un emotivo concierto para visibilizar la situación de las personas refugiadas. La Sala Nezahualcóyotl vibró con las actuaciones de Gran Sur, Andrea Echeverri, Vivir Quintana y Leonardo de Lozanne, quienes compartieron escenario con la violinista refugiada Florángel Cuicas, el violinista refugiado Sayd Hortúa y la pianista Mayumi Kimura.
La experiencia se extendió más de lo previsto. El público, emocionado, pidió una canción más al finalizar el evento. Los artistas respondieron con dos temas adicionales, cerrando la noche con ovaciones de pie y aplausos prolongados.
Javier Risco, destacó la importancia de unir voluntades a través del arte. Agradeció a la UNAM, la ONU-DH y la UNESCO por su colaboración en este evento, cuyos fondos recaudados apoyarán directamente a personas refugiadas en un contexto humanitario crítico.
El concierto conmemoró el Día Mundial de las Personas Refugiadas, fecha que honra la resiliencia de quienes han huido de la violencia y la persecución. La música se convirtió en un puente de solidaridad, recordando la necesidad de protección e inclusión para quienes buscan refugio.