
Lina Arango, periodista y ex press manager de eventos, quien asegura que vio lo peor del rock argentino justo en el corazón del backstage.
según su relato, lo que se vivía tras bambalinas era más propio de un club privado que de un camerino profesional: drogas, mujeres seleccionadas “a dedo” por el staff y cero respeto hacia sus fans.
Lina no se anduvo por las ramas: “El tipo era asqueroso”, declaró en sus redes. Dijo que el equipo de Cerati no solo manejaba los tiempos y la logística del artista, también actuaban como “proxenetas”, eligiendo mujeres para pasar al camerino. “Era como un casting bizarro disfrazado de meet & greet”, detalló.
Lina cuenta que en un evento tuvo que pelear para que dejaran entrar a los ganadores de un concurso que incluía conocer al cantante. Pero había un “detalle”: no querían dejar pasar hombres.
Entre los fans que esperaban su turno, una chica joven, emocionadísima, se acercó con una simple servilleta para pedirle un autógrafo a Cerati. ¿La respuesta? Un momento digno de olvido: “Respétate y respétame, ¿cómo vas a darme una servilleta?”, le soltó el músico. Lo peor vino después. Lina escuchó cómo, en voz baja pero muy claro, Cerati dijo a su mánager que la chica era “una gorda” y que qué hacía allí. La fan, sin saberlo, se fue feliz sin su autógrafo… y una historia que hoy duele leer.
Según la periodista, tras esa misma dinámica con fans, Cerati y su banda se quedaron con un grupo de mujeres. “Muy jóvenes, me atrevería a decir que algunas incluso menores de edad”, aseguró. Y aunque también dijo que en ese entonces “era otra época” y no se denunciaba lo que hoy sería inaceptable, no deja de resultar escalofriante.
Cerati no fue el único en caer del altar. Lina mencionó que también escuchó y vivió historias similares con Fito Páez, y que el caso de Andrés Calamaro fue de los más impactantes: su mánager llegó a inventar que el cantante tenía cáncer para pasar cocaína en hielo seco y evitar los rayos X en aeropuertos.
Lina también reconoció que trabajó con artistas que se manejaron con respeto y profesionalismo. Entre ellos están Rubén Blades, Residente, Gustavo Santaolalla, Vicentico y el grupo Bajo Fondo. “Se portaron como señores”, dijo con firmeza.