
Hoy se cumplieron 5 años desde que Parkway Drive lanzó su sexto álbum de estudio, el buen Reverence .
Reverence marcó un cambio en el sonido de la banda, que comenzó como Metalcore, empezando desde la portada que fue tomada del cuadro The Fall of the Damned , del artista Peter Paul Rubens; una pintura con tintes religiosos y espirituales.
Los cambios en la banda ya habían comenzado en el 2015, donde tras el éxito que ya venían acumulando, no pensaban detener el ritmo y su intención era seguir conquistando los oídos de los metaleros alrededor del mundo, y con Reverence lo lograron.
Podría decir que Reverence fue el disco que mostró el 100 por ciento de madurez musical y lírica de la banda, ya que aquí hicieron un trabajo mucho más pulido, más pesado y con guitarras más melódicas, y cuyas letras abordan temas sobre religión y muerte. Wishing Wells , el tema que abre el disco arranca de arriba abajo, una especie de mar en calma para después empezar con una tormenta que te hace mover la cabeza sin pensarlo. Prey también comienza con un riff muy melódico al estilo de Iron Maiden , una batería perfecta y los cambios vocales de Winston McCall hacen dePrey una excelente canción que se puede disfrutar de principio a fin. Personalmente, puedo decir que estos dos primeros temas son mis favoritos.
Absolute Power calma un poco las aguas, no es una mala canción pero podría mencionar la primera canción que bajo mi punto de vista puedo catalogar como de relleno. Cementery Bloom es una especie de interludio que da paso a The Void , single del disco y cuyo riff sencillo es sumamente pegadizo y brilla solo junto con un perfecto beat en la batería, cabe mencionar que el estribillo y el estribillo son increíbles a pesar de todo. no siendo una canción muy rápida.
I Hope You Rot se acompaña de estribillos que parecen salidos de cantos gregorianos, aquí la banda parece querer experimentar con el metal sinfónico, pero sin necesidad de sonar tedioso por momentos. Shadow Boxing podría decirse que comienza como una power ballad para luego dar paso a la agresividad de la banda con ciertos cambios abismales que se acompañan de violines, una muestra más del experimento que la banda intentaba hacer. Lo mismo para In Blood y Chronos .
Otro «pero» que le pondría al disco es el cierre, una pieza totalmente hablada por Winston que te hace pensar en qué diablos estaban pensando para cerrar el disco de esa manera.
Reverence no es un álbum perfecto, al menos no para mí, pero creo que su experimento salió bien, canciones poderosas, riffs aplastantes que brillan solos y las melodías de las guitarras dan ganas de escucharlo una y otra vez, a pesar de tener ciertas pasajes que hacen que la banda suene como un intento de metal sinfónico.