El 22 de septiembre, la explanada del Estadio Azteca en la CDMX fue testigo de una noche inolvidable con la segunda presentación del «CIRCUS MAXIMUS TOUR», liderado por Travis Scott. El concierto, que agotó todas las entradas, formó parte de la gira para promover su más reciente material, Utopia, y desde temprano, los fans se dieron cita para asegurar un buen lugar en lo que prometía ser una noche épica.
El escenario fue un espectáculo en sí mismo, con una impresionante escenografía que incluía una pasarela que dividía la explanada en dos, permitiendo al rapero interactuar de cerca con sus fans e incluso subir a algunos de ellos al escenario. A las 9:40 p.m., las luces se apagaron y la energía explotó cuando en las pantallas gigantes apareció Travis en su camerino, realizando una videollamada con su hija, Stormi, quien lo acompañó virtualmente hasta su salida al escenario.
La adrenalina alcanzó su punto máximo cuando Travis Scott saltó a la plataforma y la primera canción de la noche, «Hyaena», resonó en los altavoces, desatando una euforia indescriptible entre los asistentes. Travis, con su característico estilo, supo cómo mantener al público al filo del delirio, subiendo a varios de sus seguidores para cantar y saltar junto a él, haciendo del escenario una auténtica fiesta épica.
La noche fue una montaña rusa de emociones, donde cada tema interpretado se convertía en un himno de la velada. Después de un primer concierto marcado por la lluvia, Travis había prometido en sus redes sociales: «Ciudad de México, te amo… MAÑANA SERÁ ESPECIAL». Y así fue. Con temas como «MODERN JAM», «Aye», «BACKR00MS», «Type Shit» y «SIRENS», el público vibró, saltó y coreó cada palabra. Pero el momento más esperado llegó con «FE!N», una canción que, aunque repetida, nunca pierde su poder de convocatoria.
El clímax de la noche se alcanzó cuando Travis anunció la interpretación de «FE!N», momento en el que la explanada se transformó en un campo de batalla de mosh pits, donde la energía era tan intensa que parecía rivalizar con la de cualquier concierto de metal. Los fans formaron círculos enormes, esperando ese beat que detonaría la locura colectiva.
Finalmente, la noche cerró con «TELEKINESIS», dejando a todos los asistentes con la sensación de haber vivido una experiencia única, una fiesta monumental que, sin duda, quedará grabada en la memoria de todos los presentes. Travis Scott demostró, una vez más, por qué es uno de los artistas más electrizantes de la actualidad.