El bajista de Guns N’ Roses explica cómo su infancia acabó provocándole problemas emocionales
Duff McKagan, bajista de Guns N’ Roses, se ha abierto a hablar sobre salud mental con el Doctor Marc Brackett en un episodio de “Dealing With Feelings” . Ambos han hablado sobre la infancia del bajista, cómo se mantiene sobrio en parte gracias a las artes marciales y sobre el objetivo del McKagan de inspirar a los demás.
Y es que Duff ha afirmado que entrenar artes marciales fue algo que le ayudó mucho a la hora de alejarse del alcohol y las drogas, las cuales usaba como auto-medicación para lidiar con sus constantes atacques de pánico. Ahora, el bajista atribuye parte de esos problemas al “clima emocional” que vivió en su infancia.
«Mi infancia fue un caos, familia grande, el último de ocho hijos, y mis padres pasaron por un divorcio horrible. Infidelidad, y yo lo vi, llegar a casa de segundo de primaria y ver la infidelidad en la cama, y tu madre está en el trabajo y tu padre jubilado. Tener que guardar ese secreto porque no quería destruir a mi mamá. Ese tipo de cosas me influyeron mucho. Puedes decir: ‘¿Te guardabas cosas? Probablemente por eso tuviste ataques de pánico más tarde’. Tal vez, ¿quién sabe? Pero puedo hablar de todas estas cosas, cosas desagradables como las que te acabo de contar, y hubo muchas. Sin embargo, ¿no pasamos todos por eso, por alguna versión de eso?».
La banda, una nueva familia
Duff también ha explicado que, creciendo, no tuvo la oportunidad de hablar sobre sus sentimientos con nadie, pero tocar el bajo le abrió muchas puertas en ese sentido.
«Si oyes a Slash tocar un solo de guitarra. Cada noche es una cosa diferente. Es un tipo que no habla mucho, nunca lo ha hecho, le conozco desde hace 40 años. Pero, tío, cuando toca ahí está. Te habla a ti, le habla a todo el mundo«.
Ahora, como padre, marido y artista, Duff habla sobre sus emociones y la de sus seres queridos en el contexto de su familia. Esto, explica él, se parece mucho a estar en un grupo: «Estar en una banda es como estar en una gran familia… Una vez que te das cuenta de que todo el mundo quiere lo mejor de una canción, nadie intenta machacarte en plan: ‘Eso apesta. Apestas, ¿qué estás haciendo?’. Nadie quiere decir nada de eso.Q ueremos la mejor canción posible. En el escenario, nadie intenta eclipsar a otro. Una vez que te das cuenta de estas cosas sobre tus compañeros, con suerte puedes llevar a tu banda a ese lugar«.