Al contrario de lo que muchos pueden pensar, no fue nada fácil aceptar la oferta de Metallica y dejar al «Príncipe de las Tinieblas».
El nombre de Robert Trujillo ya quedó inscritó como parte de la historia de Metallica, pero hay que recordar que antes de sumarse a sus actuales compañeros, fue parte de la banda de Ozzy Osbourne. Sin embargo, al contrario de lo que se puede pensar, pasar de una a otra estuvo lejos de ser una decisión fácil.
En una nueva conversación con The Surfer’s Journal, el bajista cómo fue convertirse en el nuevo integrante de Metallica, pero sin antes sentir que estaba «traicionando» al «Príncipe de las Tinieblas», con quien estaba ad portas de iniciar un nuevo tour.
«Lo vi como algo así como: Tengo mucho trabajo por delante… No voy a pensar en el dinero. No voy a celebrar lo que está pasando porque tengo trabajo que hacer’”.
No obstante, antes Trujillo recibiría una llamada directa de Ozzy, algo muy inusual en él: «Oye, Rob… salgamos de gira, hombre. Estoy listo», le dijo el cantante. «No había tenido noticias de Metallica [y] no estaba trabajando”, señala Robert.
El ultimatum de Lars
Para dolor de cabeza del actual miembro de Metallica, las cosas cambiaron otra vez cuando recibió un llamado de Lars Ulrich.
«Oye, queremos que vengas aquí y queremos hablar contigo», le dijo el baterista. «Así que dije: Está bien, no me van a decir que conseguí el trabajo… Son el tipo de personas que te harían volar hasta allí para decirte que no conseguiste el trabajo. Como, ‘Solo queríamos decírtelo en persona’”, rememoró Robert Trujillo.
El bajista, que trató en todo momento de ser leal a Ozzy y Sharon Osbourne, les dijo que se «subiría a bordo» al terminar la gira con el ex Black Sabbath. Sin embargo, Lars le lanzó un ultimatum.
«Respetamos tu lealtad. Es muy honorable. Pero este tren se va… tienes que subirte a bordo y subirte con nosotros», le habría dicho Ulrich.
Trujillo tomó la oportunidad, pero no sin antes visitar por última vez al matrimonio Osbourne antes de convertirse definitivamente en el nuevo bajista de Metallica
«Fue muy duro… es duro cuando pierdes a un miembro del equipo… Así que fue difícil, pero también sentí que necesitaba estar allí en persona para decírselo a él y a ella”.